Es verdad que en Florencia hay arte por todas partes, es un verdadero placer para las personas que son aficionadas al arte. Tanto en Arquitectura, como en Escultura y Pintura, tiene lo que son las bases del Renacimiento italiano que luego se extendería al resto de Europa. Pero también es muy interesante su Museo Archeologico Nazionale donde hay obras valoradísimas del arte etrusco, civilización que pobló la Toscana (entre otras regiones) antes y durante la época romana hasta que fueron duramente exterminados por los romanos. La quimera de Arezzo y la Crátera François son dos de las obras más destacadas de este museo.
En el Palazzo Pitti i Giardini Boboli son muy tranquilos y de vez en cuando se pueden ver ardillas subiendo por los árboles. Dentro del palacio hay una interesante colección de pintura italiana y de otros maestros europeos, aunque a veces no hay cartelas que las identifiquen.
Para ver una vista inolvidable de Florencia recomiendo subir al Piazzale Michelangelo desde donde se ve la típica imagen de la ciudad con la Cúpula de Santa Maria dei Fiori dominándolo todo.
Más arriba del piazzale está la Iglesia de San Miniato al Monte, muy interesante muestra del románico florentino, con una decoración que recoge la tradición bizantina y la mezcla con elementos autóctonos.
Para los que no lo sepan, la Galería de los Ufizzi se comunicaba con el Palazzo Pitti a través de un largo corredor conocido como el Corridoio Vasariano que pasaba por encima del Ponte Vecchio. Este permitía que el gobernante pudiera ir desde el palacio hasta el Palazzo Vecchio, sede del Gobierno, sin ser visto.
Otra curiosidad, si os ponéis a observar el río Arno desde cualquiera de los puentes, a veces veréis inmensas ratas nadando por él, sobre todo en la zona de los tajamares del puente o en las orillas. Son impresionantes, más grandes que mi perro.
Y los que quieran ver una imagen de Florencia en ruinas, les aconsejo una película de Rosellini, Paisà. Extraordinaria vista de la ciudad en la época de la II guerra mundial, filmada justo al acabar, nada de decorado, eso iría contra el neorrealismo italiano.
En fin, en Florencia hay muchas cosas que ver. Y su Albergue de la Juventud está un poco alejado (aunque hay autobús) pero se encuentra en un antiguo palacio que tiene un jardín y unas vistas muy bonitas.